Los animales difieren entre sí por su tamaño, estructura, modo de vida y otros rasgos. Es mucho lo que se conoce actualmente de los animales, pero queda todavía mucho por conocer y la ciencia que se ocupa de los distintos aspectos de la vida animal es la ciencia de la zoología (zôon, animal + logos, discurso).

El mundo contiene una enorme cantidad de seres vivos. Nadie conoce con exactitud cuántos tipos de especies diferentes de organismos viven en nuestro planeta. Algunos consideran que puede haber hasta 2 millones de especies diferentes sólo de animales. Existen formas de vida en casi todos los ambientes de la Tierra, se encuentran organismos en lugares tan inverosímiles como las fosas más profundas del océano, en las fuentes de aguas termales, en el hielo, en la nieve del Ártico como el Antártico. Todas las aguas y todas las superficies terrestres tienen sus seres vivos característico. Estos no existen en un vacío, sino siempre junto con otros organismos en un medio ambiente físico; de este modo cada ambiente tiene una serie de características de seres vivos. Estos conjuntos característicos de organismos interaccionan entre sí y con el medio ambiente físico en que viven. El resultado de todas estas complejas interacciones constituye la llamada “trama de la vida” o “equilibrio de la naturaleza”, denominada más a menudo ecología por los zoólogos.

Los seres vivos

Los seres vivos presentan seis importantes características que los diferencian de los inanimados(rocas, minerales, metales):

Metabolismo: en los organismos tiene lugar constantemente una compleja serie de procesos químicos esenciales que recibe el nombre colectivo de metabolismo. En el metabolismo son importantes actividades tales como la ingestión y digestión de los alimentos; la asimilación de los alimentos digeridos en el cuerpo; la respiración, que es e proceso de liberación de la energía producida por los alimentos asimilados; y la excreción, que es la eliminación de los desechos producidos durante la liberación de la energía.

Crecimiento: Los seres vivos crecen por desarrollo de nuevas partes entre o dentro de las viejas. De este modo el crecimiento tiene lugar por adición interna. Éste es un crecimiento por intrususcepción y es un rasgo característico de los seres vivos. Los seres inanimados crecen, pero el crecimiento es siempre por adición externa, no interna, como en los cristales.

Irritabilidad: los seres vivos reaccionan ante cambios ambientales, y esta capacidad se denomina generalmente irritabilidad. La respuesta a los cambios ambientales puede revestir diversas formas, y la intensidad de la respuesta no es siempre proporcional a la magnitud del estimulo. La alteración producida en el organismo por el estimulo por lo general no es permanente. Los seres inanimados no actúan ante los estímulos del mismo modo; cuando reaccionan, como en la dilatación de un metal por el calor, existe una relación cuantitativa definida entre el estimulo (calor) y el efecto producido (dilatación).

Reproducción: cada tipo de organismo vivo tiene la capacidad de producir otros seres vivos de su misma clase.

Forma y tamaño: Cada clase de organismo vivo tiene generalmente una forma definida y un tamaño característico. Las substancias inertes varían a menudo de tamaño y forma; los cristales minerales tiene formas muy constantes, pero varían de tamaño.

Composición química: los organismos vivientes están compuestos principalmente por cuatro elementos químicos: carbono (C), hidrógeno (H), oxígeno (O) y nitrógeno (N) en proporciones variadas pero definidas; estos cuatro elementos aparecen con pequeñas cantidades de otros elementos. Estos elementos, cuando están enlazados con uno o más átomos de carbono, forman moléculas orgánicas complejas, a menudo de gran peso molecular; en conjunto constituyen la substancia viva o protoplasma de la planta o del animal. En los minerales, las rocas y el suelo se encuentran estos y otros elementos químicos formando moléculas mucho más pequeñas.

En ciertos aspectos, los virus son intermedios entre los seres vivos y los inanimados (algunos han sido cristalizados), pero sólo pueden desarrollarse en las células vivas.

Las principales diferencias entre animales y las plantas son:

Forma y estructura: la forma del cuerpo de los animales es bastante constante, sus órganos suelen ser internos, sus células están recubiertas por delicadas membranas y sus tejidos están bañados por una solución de cloruro sódico (NaCI). El cuerpo de las plantas es a menudo de forma variable, los órganos suelen ser externos, las células están generalmente dentro de rígidas paredes de células y el cloruro sódico es toxico para la mayoría de las plantas, cada clase de planta tiene un límite normal de crecimiento.

Metabolismo: los animales necesitan como alimento complejas materias orgánicas, que sólo pueden obtener comiendo plantas u otros animales. Estas substancias son descompuestas (digeridas), y con los productos resultantes se sintetizan nuevas substancias dentro del cuerpo. Necesitan oxígeno (O2) para la respiración. Los principales productos finales del metabolismo son: anhídrido carbónico (CO2), agua (H2O) y urea (NH2)2CO. La mayoría de las plantas utilizan el anhídrido carbónico del aire juntamente con agua y substancias inorgánicas obtenidas del suelo en disolución. Por fotosíntesis – la acción de la luz solar sobre el pigmento verde, clorofila – se combinan estas sencillas substancias formando distintos compuestos orgánicos, desprendiéndose oxígeno como producto secundario.

Sistema nervioso y movimiento: la mayoría de los animales tiene sistema nervioso y pueden responder rápidamente a estímulos. Las plantas carecen de este sistema y sus respuestas son más lentas. En general, los animales pueden desplazarse o moverse partes de su cuerpo, pero ciertas clases de animales se fijan al principio de su vida (esponjas, anémonas de mar, ostras, lapas) o son fijos y tuene forma de planta (hidroideos, briozoos).

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