La Permacultura en los consejos estudiantiles: parte del proceso de desarrollo territorial sostenible

La Permacultura en los consejos estudiantiles: parte del proceso de desarrollo territorial sostenible

La permacultura es un sistema de diseño para la vida humana y la Tierra de manera sustentable. Salió de la conciencia sobre los límites de los recursos energéticos. La permacultura parte de la premisa de ver hacia un nuevo diseño de la agricultura utilizando principios ecológicos, que se extiende desde el rediseño de la sociedad en su conjunto usando esos principios (Mollison, 1988; Holmgren, 2007).

Las estrategias en la permacultura para una nación alternativa se basan en la organización y más organización. Se debe cumplir con la enseñanza sobre como cosechar, construir y manejar los sistemas naturales para las necesidades humanas y terrestres. La sostenibilidad territorial es la administración de la naturaleza y el hombre en su conjunto. De esta manera se puede alcanzar una masa de personas interdependientes y coperativas involucradas con el uso ético del terreno y los recursos; cuyas enseñanzas se basen en la investigación para alcanzar una producción, distribución, consumo y diversificación de las fuerzas en equidad.

Las estrategias en la permacultura requieren de herramientas para la participación popular. La participación popular es una dinámica mediante la cual los ciudadanos se involucran en forma consciente y voluntaria en todos los procesos que les afectan directa o indirectamente. “El hombre es un animal político”, por tener que ver con la preocupación y actuación sobre la sociedad. La participación implica un proceso de transformación cultural a partir de cada logro colectivo que se alcanza, hecha por la confluencia de movimientos sociales. Apoyarse en las propias fuerzas colectivas y la experiencia acumulada contribuye a elevar la conciencia ciudadana y la elevación de la autoestima colectiva. Es poder para el pueblo y del pueblo. Ese proceso hace visible el respeto a la biodiversidad, enriqueciendo las prácticas comunitarias de base (El Troudi et al., 2005).

La permacultura busca un rearme cultural (creación y representación de la realidad) que pasa por reflexionar y hacer un balance crítico acerca de la labor emprendida con a) identifica las amenazas, b) conocer la diferencia entre un modelo de sociedad y naturaleza, c) reconocer un contexto global sobre el cual se opera (terreno); pero sobre todo d) sacar provecho del poder que otorga la organización y la participación popular. Este rearme cultural incluye la comprensión de temas asociados a la organización y la participación, en aras de aprovechar al máximo el basto cúmulo de experiencias de los pueblos y los desafíos que supone la edificación del paradigma de la democracia participativa y protagónica.

La participación, una determinación plural, es el motor que impulsa las transformaciones al explorar múltiples maneras de hacernos partícipes al cambio. Se avanzaría significativamente en la presentación de un nuevo marco de administración de la sociedad para una nación alternativa. Claro está que existen otras herramientas para la participación, además de barreras que han de superarse para lograr un proceso pleno. La participación de los ciudadanos en los asuntos públicos se constituye para dar viabilidad a un proyecto de emancipación común. La participación permite que las comunidades crezcan y desarrollen valores y nuevas sensibilidades. “Sociedad inclusiva, justa, igualitaria, solidaria, de mujeres y hombres felices; sociedad de múltiples espacios para el encuentro fraterno en la mordedura de la tarde libertaria; sociedad que se reinventa en las reuniones de trabajadores y estudiantes”.

Un diseño de permacultura maduro se centra en espacios sociales comunes, que implicaron un proceso de toma de conciencia de la población sobre su condición ciudadana.

Las organizaciones de base son las formas asociativas comunitarias que se construyen desde la localidad, para la realización de proyectos comunes o para la superación de dificultades a partir de un auto reconocimiento de las potencialidades y fortalezas acumuladas. La motivación para el origen de las organizaciones base emergen por el bien de 1) consumo de servicios básicos, 2) territorio, 3) identidad (memoria histórica), y 4) empleo.

Los consejos comunales son organizaciones de base (en espacios comunitarios reducidos) donde la comunidad insta la elaboración de un plan por el bien común. En ellos se apusta a experiencias de intercambio y vinculación de la gente. Toda organización de base debe asumir prácticas en las que se adopte i) una nueva cultura política, donde ii) se reivindique la tolerancia, iii) el diálogo de saberes, iv) la formación política ideológica, v) la cultura del debate constructivo y vi) la construcción del consenso activo.

Es en el patrón territorial de actuación donde la permacultura ejerce su diseño. Las universidades son grandes empresas y constituyen territorios concretos para la organización de base. Los consejos estudiantiles son parte de los movimientos populares. Ellos buscan aglutinarse en distintas instancias que componen al conglomerado social-político-económico de las que fueron segregados. El movimiento de construcción estudiantil abate problemáticas transversales con la continua maduración en la racionalidad de sus demandas. Sus planes son para los alcances por el bien común, y fungen como tarea de autodefensa en contra de análisis tecnócratas. Los estudiantes tienen la capacidad de entender el costo de la vida una vez que se hayan vuelto “ciudadanos reales” por una transformación cultural.

La importancia de articular a los consejos estudiantiles con la permacultura es intermediar y activar los faltantes para una sostenibilidad territorial más plena; en donde coperativas dotadas de currículum técnico-científico ciudadano redefinan el cambio cultural necesario a distintas escalas del proceso de participación.

La integración del liderazgo estudiantil ayuda a reticular otros pilares de una nación. Los estudiantes pueden brindar diagnósticos participativos para poder transformar. Ellos conceden aseguramiento a través de una atención primaria que se organiza de manera autogestiva y autónoma para trabajar en la promoción desde la educación, en la defensa del medio ambiente, la alimentación, salud, entre otros problemas, necesidades y recursos con potencialidades a nivel regional o local.

La permacultura no está exenta al pueblo, como tampoco el pueblo está desarticulado al movimiento estudiantil. Parece una obviedad, pero la mayoría de la gente no lo ve, el futuro está en la sucesión de jóvenes generaciones. “Estamos educados y podemos servir. La sociedad nos requiere y nosotros de ella para seguir aprendiendo y ejerciendo nuestras facultades universitarias con autonomía, ciencia, disciplina y solidaridad. Somos estudiantes comprometidos y no acarreados como se ha intentado presentarnos”. La permacultura en los consejos estudiantiles no cejan en su empeño de construir un espacio donde el lucro no sea el fin último de su trabajo.

Bibliografía

  • El Troudi, H., Harnecker, M., Bonilla, L., 2005, Herramientas para la participación, 154 p.
  • Holmgren, D., 2002, Permaculture: Principles & Pathways Beyond Sustainability, Holmgren Design Services, 320 p.
  • Mollison, B., 1988, Permaculture: A designers’ manual, Tagari Ed., 565p.

Igor Ishi Rubio Cisneros, PhD. Cand. In Geosciences, (2012, 05). La Permacultura en los consejos estudiantiles: parte del proceso de desarrollo territorial sostenible. Permacultura.org.mx
www.permacultura.org.mx/reporte/la-permacultura-en-los-consejos-estudiantiles-parte-del-proceso-de-desarrollo-territorial-sostenible/


  • Que mejor homenaje en su día para ese sector de la población que son los estudiantes, con este interesante y cuestionador artículo sobre la Permacultura y el movimiento estudiantil, más cuando estos jóvenes desde mayo 11 en nuestro país, desatan un movimiento que conformará a “Yo Soy 132”: ¡Que vivan los estudiantes! Jardín de nuestra cultura nos decía Violeta Parra. Y hoy, vemos en tu artículo mi estimado doctor en geociencias, que esa fuerza estudiantil en nuestra América y el mundo desde los estudiantes europeos, hasta el caso del continente americano, desde el norte al sur, de Canadá hasta Chile, van abriendo el paso ya no sólo de la manifestación, sino el de tomar territorios y el de empezar a laborar sobre ellos.
    Esta acción lo vamos viendo en el caso de la toma de plazas con los Indignados y sobre ellas empiezan a sembrar orgánicos, o el caso de los Ocupas que en plazas o terrenos específicos hacen lo mismo o inclusive en Monterrey, el año pasado colonos de la combativa colonia agropecuaria Emiliano Zapata de El Carmen Nuevo León, sembraban granos de maíz en rincones de la Plaza de Colegio Civil, la Alameda, la Macroplaza, u otros sitios de la contaminada urbe metropolitana de Monterrey, Nuevo León, México. El caso es por ahora tal vez una leve señal, pero en el fondo es buscar por los movimientos de estudiantes y sus aliados contemporáneos, como lo son los desempleados, los migrantes, los homosexuales y demás minorías o ya mayorías, el tomar un territorio público (no privado) y empezar a sembrar en él, el futuro sustento de esos grupos de ocupantes de plazas públicas u otros terrenos para su uso colectivo.
    Si esto empieza a darse en la abrupta plancha de concreto citadino ¿Qué no podremos esperar en el caso de terrenos campesinos o de comunidades indígenas?
    Se podrá reír de ello el imperialismo y sus agentes, podrán burlares sus medios de comunicación y sus supuestos académicos, pero para los que creemos que otro mundo está naciendo de la gran debacle capitalista, es algo muy serio y trascendente y donde esa corriente de pensamiento para hablar de la interacción del medio ambiente, agricultura orgánica y humanidad, como nos lo permite la Permacultura, es ello vital para ir articulando conforme se vayan tomando territorio (zonas liberadas), barrios, huertas, ranchos, haciendas, etcétera, porque la humanidad se irá organizando para alcanzar una sociedad sana y justa en los intercambios de los mimos hombres y con la Madre Naturaleza.
    Esa realidad que se va conformando de Otro Mundo por venir, no es un principio de fe, no es tampoco una aplicación mecánica de la dialéctica de la naturaleza de Engels de sociedad primitiva-sociedad basada en la propiedad privada- comunismo, no, es simplemente el haber llegado por la civilización del capitalismo a reflexionar que dentro de tal sistema no se pueden satisfacer las necesidades básicas y espirituales del ser humano, donde ya no es posible la explotación del hombre por el hombre, ni tampoco olvidarnos del respeto que debemos guardar con la Naturaleza para una sana convivencia de todos: el Buen Vivir que los pueblos indios han apuntalado más que nunca en estos tiempos de cambio, para alcanzarlo a nivel planetario.
    Por lo tanto, no basta solamente con movilizarnos cada vez más en las calles, tenemos que tomar territorios y sobre ellos construir el Buen Vivir y ahí las enseñanzas de la Permacultura serán fundamentales y donde la vanguardia estudiantil mucho irá realizando al respecto…¡Qué vivan los estudiantes! Jardín de nuestra cultura…

    Raúl A. Rubio Cano

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