DIAGNÓSTICO PRELIMINAR: Iniciativa Para El Manejo y Tratamiento de Arbolado Urbano (Complemento Legislativo)
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DECLARACIÓN
Este texto refleja un análisis personal e independiente por PERMACULTURA.MX, y está basado enteramente de fuentes públicas disponibles tomando como base al Expediente: 6500/LXXII, Año: 2010 del H. Congreso del estado de Nuevo León en su LXXII Legislatura, Promovente: Diputado por el Partido del Trabajo, Homar Almaguer Salazar con asunto relacionado a: Presenta iniciativa de ley para el manejo y tratamiento de arbolado urbano en el estado de Nuevo León, iniciado en sesión: 27 de septiembre de 2010, en donde se turnó a la (s) comisión (es): Desarrollo sustentable y medio ambiente, bajo el Oficial Mayor Lic. Luis Gerardo Islas González.
Entretanto que esto no representa una opinión de terceros. El texto contiene además fragmentos de: EL PLANETA TIERRA Y NUESTRA SUPERVIVENCIA: una respuesta a la reforestación, publicado en el sitio http://www.permacultura.mx/es/report/el-planeta-tierra-y-nuestra-supervivencia-una-respuesta-a-la-reforestacion/. También se incluyen las palabras del Padre Miguel d’Escoto Brockmann, expresidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la conferencia Martí – Juárez – Lincoln celebrada en Monterrey, México del 15 al 17 de octubre de 2009.
MOTIVOS DE ESTA PROPOSICIÓN
COMPAÑEROS DE LEGISLACIÓN: Por primera vez México afronta una crisis múltiple: climática, alimentaria, política y energética. El diseño de la construcción de asentamientos humanos actual ha dejado una importante huella ecológica en el planeta, que de manera significativa contribuye con modelo de vida consumista con trato criminal para con los ciclos y sistemas naturales del planeta y la sobrevivencia de la especie humana, al exceder las capacidades de suministro y reposición propios de la Tierra. Este patrón arquitectural acelera la descomposición del proceso de producción, distribución, intercambio y consumo de bienes y servicios. La crisis forestal urbana crisis es una configuración irreversible del sistema que la desencadenó, ante la incapacidad de contrarrestar las necesidades de subsistencia de un sistema con vida. Por el análisis e investigación de diversos documentos PERMACULTURA.MX ofrece un diagnóstico preliminar sobre el estado actual de la iniciativa de ley para el manejo y tratamiento de arbolado urbano en el estado de Nuevo León, iniciado en sesión: 27 de septiembre de 2010. Donde no solo se busca una iniciativa de ley con contenido sobre el manejo y tratamiento del arbolado urbano, de quien pueda o no pueda podar o trasplantar, además las causas del derribe y quien lo autorice y el qué se hace con el manejo del aprovechamiento de los residuos; sino que por qué ley se planten, se protejan, y mantengan los árboles regionales dentro de los asentamientos urbanos. Necesitamos una ley con civismo a nivel heroico que articule entre el contrato natural y el social bajo el concepto del Bien Común, hacer valer la función de lo establecido sobre modo sostenible de vivir de la Carta de la Tierra, ir en cara a una responsabilidad socioambiental y en sincronía con la declaración universal del Bien Común de la Tierra y la Humanidad específicamente en los centros urbanos, al infundir la razón de la existencia y propósito de un árbol sobre la superficie terrestre. Nuevo León puede considerarse como víctima de una crisis forestal y, el Estado mexicano falló en percatarse sobre las implicaciones de un derecho que está manipulando. Nuevo León va a tener que cambiar sus programas al crear espacios concepto como el de las “islas biológicas urbanas”.
Las “islas biológicas urbanas” se podrían definir como pequeños ecosistemas diseñados e integrados en puntos estratégicos de zonas urbanas, donde se concentra la mayor vegetación posible que trabaja entre sí en el menor espacio promoviendo al desarrollo de fauna y alimentos silvestres. Con este diseño holístico podemos entremezclar el arbolado urbano con la cosecha del agua de lluvia, la creación de hábitats para la vida silvestre y una medida para atacar a la crisis de alimentos. Estas estructuras verdes y sus patrones de diseño favorecen a realzar las capacidades naturales de transacción y moderación de la energía del medio físico del sistema antropogénico urbano.
La mejora continua sobre la instauración de “islas biológicas urbanas” fomenta la creación de nodos entre otras “islas biológicas urbanas” del plano urbano, que al momento de madurar sus especies arbóreas tienden a desarrollar corredores biológicos urbanos. Una isla biológica urbana madura se auto-riega, evitando la pérdida del agua por riego artificial infiltrando el agua de lluvia al subsuelo y además se auto-fertilizan reduciendo costos de insumos externos.
Las plantas nativas de alimentos son elementos constructores fundamentales en el diseño y la subsistencia del ciclo natural de las “islas biológicas urbanas”, haciendo posible trascender de un ecosistema urbano a un agro-ecosistema urbano. En general, se busca una fértil producción de alimentos para empatar el legislativo con las garantías constitucionales sobre la alimentación y salud del pueblo mexicano; si contribuimos a una abundancia no es necesaria la tomar excesiva de recursos de zonas externas y lejanas de nuestra entidad federativa.
El caso y concepto como lo señala PERMACULTURA.MX, no es nuevo: “Las señales de cómo hacer florecer una Ecopolis y contrarrestar un peligro están presentes en los grandes sistemas vivos terrestres, los corredores biológicos, las selvas y los bosques, ahí afuera con libre acceso para que todos lo vieran e interpretemos y reproduzcamos su funcionamiento natural. Las ‘islas biológicas urbanas’ surgen de un diseño holístico con visión reintegradora entre las estructuras arquitectónicas del plano urbano y los elementos naturales del paisaje. Hemos de ascender nuestra revolución como especie hacia la Naturaleza y no desde la Naturaleza”.
COMPAÑEROS LEGISLADORES: El caso es muy serio, porque no se habla de ello a fondo, las ciudades son creaciones frágiles, en balance con la corteza terrestre, Monterrey y su área conurbada carecen de cubierta vegetal cada día en mayor forma, el índice demográfico se ha disparado y existe más de un millón y medio de personas en la pobreza en la entidad y, con graves carencias de los alimentos de la canasta básica, por lo tanto, a una crisis social, política. En este caso, las palabras del Padre Miguel d’Escoto Brockmann, expresidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la conferencia Martí – Juárez – Lincoln celebrada en Monterrey, México del 15 al 17 de octubre de 2009 se interpretan en, “Todos los beneficios derivados de manejo y tratamiento del arbolado urbano pertenecen al Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad, por ser estos parte de los recursos naturales como el aire, los suelos, la fertilidad, la flora, los genes, los microorganismo y las muestras representativas de los ecosistemas naturales, y los productos alimenticios con respecto a los cuales se prohíbe todo tipo de especulación”; entre tanto, que “Pertenece al Bien Común de la Tierra y de la Humanidad todas las formas de gobierno que apoyan la participación inclusiva de los ciudadanos en la toma de decisiones y que favorecen el acceso irrestricto a la justicia”, señala d’Escoto.
El Bien Común se basa en que las acciones humanas tienen consecuencias y que estas pueden ser beneficiosas o dañinas para el resto de la comunidad humana o la naturaleza. La operación, manejo tratamiento, y restitución del arbolado urbano debe de quedar fuera de todo negocio, ya que lo que se busca es retribuir a la naturaleza y a nosotros mismos, al fundar las condiciones necesarias para su y nuestra existencia con el fortalecimiento de acciones verdaderamente ecológicas y humanas.
Para asegurar el Bien Común de la Madre Tierra y de la humanidad las prácticas y actividades relacionadas con la poda, el derribo del árbol y sus partes, además de la alteración y modificación del uso de suelo sobre el cual estaba erguido el espécimen forestal, deben de ser condicionadas en retomar los conceptos de “reducir, reutilizar, reparar, y reciclar”. Estas pautas garantizan que los residuos puedan ser asimilados por los sistemas ecológicos y buscar el buen vivir a partir de la soportabilidad de los ecosistemas. El depósito y propósito que se le debe de dar a los recursos, productos orgánicos y residuos deben ser para la generación de mulch. Por lo que la práctica de acciones como el derribo, despunte, y triturado deban de ser hechas con retribución al árbol.
El mulch aumenta la velocidad a la que la lluvia es absorbida por el suelo, minimiza la pérdida del agua por evaporación y fertiliza de manera natural al suelo. Por lo tanto un árbol en cuya periferia predomina el mulch, se favorece al descomponer los nutrientes esenciales que el árbol necesita de forma natura, encausando la continuidad del ciclo de la génesis de la vegetación y el suelo.
El recurso natural agua, es necesario para la vida del árbol urbano, este debe de estar contemplado dentro de la legislación, al diseñar un manejo del líquido por desviarlo de zonas de “captación” como banquetas, calzadas, patios, estacionamientos y del paisaje de la vía pública en general, a las “islas biológicas urbanas” antes de su desembocadura en la redes de desagüe y alcantarillado pluvial. Lo anterior hace posible que las “islas biológicas urbanas” ayuden a reducir el peligro por inundaciones de las zonas bajas de la ciudad, además de servir como filtros naturales al mejorar la calidad del agua pluvial.
Las leyes naturales están antes de la aparición del hombre en el planeta. Lo anterior debe de ayudar a la creación de una legislatura colectiva a las políticas sociales, al contemplar que el lugar mismo en donde se edifica una ciudad es ya un sistema vivo con leyes naturales propias a ser respetadas. Hay que ecologizar el paisaje invisible en el legislativo de la política y la economía.
Esta iniciativa debe de estar fundamentada en el aparato y las consideraciones pertinentes sobre los componentes esenciales de toda ciudad: su ordenamiento territorial, los aspectos físicos, químicos y bióticos, incluyendo el estado actual del tejido social; todos necesarios para establecer el tratamiento o diagnóstico adecuado al dictaminar la iniciativa del “Árbol Urbano”.
“No se trata de hacer para la sociedad, lo que sería filantropía” (Boff, 2011) sino con la sociedad, involucrándose en proyectos elaborados sobre la coordinación y educación adecuada de los elementos y recursos que constituyen a ‘islas ecológicas urbanas’ a partir de la capacitación por parte del gobierno, universidades, ONGs y las tradicionales formas organizativas de los consejos populares. Esta acción integral puede alzar otra realidad ciudadana y mejorar la operatividad de la esfera legislativa sobre las cuestiones del arbolado urbano.
Como toda iniciativa gubernamental, esta se debe de postrar un civismo ciudadano, por lo que rogamos hacer valer la ley bajo la ética y moral, en especial con temas sobre la denuncia, inspección, vigilancia y sanciones.
COMPAÑEROS LEGISLADORES: Bajo lo anterior, señalamos como muy grave la insuficiencia e incapacidad del actual sistema político a contrarrestar las necesidades de subsistencia de un sistema con vida mediante el implementar y edificar las pautas de un diseño urbano holístico hacia estrategias integrales para una nación alternativa al evitar una evidente y repentina desestabilización entre el actual estado del tejido social y la cubierta arbórea urbana.
Evitemos la crisis forestal, que solo configura una irreversibilidad del sistema, y hagamos que prevalezca el cuidado por nuestro destino común. A pesar de las actuales condiciones nacionales en las que opera el país, aun estamos en posibilidad de crear las condiciones necesarias para frenar una catástrofe en nuestra entidad federativa.
Pareciera que la actual desfragmentación y voracidad de las instancias gubernamentales (SEMARNAT) se han deslindado de toda correspondencia hacia el pueblo de México, al dejar que el capital especulativo de convierta en el mayor enemigo de una responsabilidad política-social.
Por lo tanto, es urgente considera la crisis forestal como una alarma federal, establecer una emergencia para cambiar nuestra forma de relacionarnos con la Naturaleza, esto incluye cambiar las acciones y el estado de conciencia de la sociedad en general sobre el manejo y transformación de nuestros “residuos” en recursos para la Nación, y no dejar que esta realidad que ya está por estallar, se dé y afecte estrepitosamente más a la especie humana, por no ofrecer las condiciones favorables para vivir, reproducirnos y coevolucionar
Este diagnóstico busca ofrece la oportunidad de encarrilarnos a la crucial comprensión de la naturaleza de algunas de las aristas de nuestro quehacer en esta crisis geopolítica, al promover nuevos retos y construir puentes hacia la posibilidad de un nuevo mundo.