La captación de agua de lluvia es un sistema ancestral que ha sido practicado en diferentes épocas y culturas. En México estos sistemas se han utilizado desde tiempos muy remotos, las aguadas (depósitos artificiales) fueron utilizados en la época precolombina para regar cultivos.
En la época colonial, los conquistadores captaban el agua de lluvia en forma directa, de techos de conventos e iglesias y casas, o en forma indirecta, de suelos con pendientes, arroyos, ríos, norias, pozos artesianos, fuentes brotantes, manantiales y jagüeyes.
Los sistemas de capitación es colectar, retener, interceptar, desviar, acumular, almacenar y liberar el de agua de lluvia para uso futuro también llamado “cosecha de agua”. Puede ser usada para proporcionar agua potable, irrigación en agricultura, abrevadero de ganado y fauna silvestre, usos domésticos e industriales, en jardines, en terrenos, bosques, como protección de incendios, a la erosión, incremento de vegetación etc.
La implementación de colección de agua de lluvia es beneficiosa porque reduce la demanda en el abastecimiento de agua existente, y ayuda a tener control del agua en eventos de lluvia intensa, reduce la escorrentía, la erosión, y disminuye la velocidad del agua la contaminación de agua superficial mitigando algunos problemas incluido inundaciones en áreas urbanas, arroyos, ríos y estuarios. La cosecha de agua es diversa y aplicable en diferentes puntos como los son: techos de casas, oficinas, bodegas, banquetas, avenidas, terrenos, zonas agrícola, áreas naturales protegidas, centros de ecoturismo.
De acuerdo lugar de recolección del agua podemos definir los siguientes tipos de sistemas de capitación: